REFRÁN:
"La buena lectura distrae, enseña y cura"
Al cambiarlo de registro, el resultado es:
La óptima lectura esparce, adoctrina y sana
TEXTO:
¡Qué alborozo, amigo! Que por poco se introduce escaleras arriba ese hombre, ¿verdad? ¡Qué velocidad llevaba el señor!, ¿verdad? Al menos a ciento cincuenta kilómetros por hora. ¡Qué impresionante! ¿verdad? Al presenciarlo nos produjo hilaridad y Roque, como es habitual, dijo ¡Premio! y todos volvimos a reirnos. Una anciana a la que todo le parece inconveniente nos espeta lo habitual: <<No existe respeto>> <<¡Vaya juventud!>>.
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